Saber sepsis
¿Qué es la sepsis?
La sepsis, también conocida como "envenenamiento de la sangre", es una afección médica potencialmente mortal que surge cuando falla el intento cada vez mayor del cuerpo de combatir una infección. En casos severos, la presión sanguínea baja, se producen múltiples fallas de órganos y el paciente muere rápidamente por shock (séptico).
La sepsis siempre se desencadena por una infección, que se puede adquirir casi en cualquier lugar: en la comunidad, en los hospitales o en otras instalaciones de atención médica. La mayoría de los casos son causados por infecciones que todos conocemos: neumonía, infecciones del tracto urinario, infecciones de la piel como la celulitis e infecciones en el abdomen (como la apendicitis). Los procedimientos médicos invasivos, como la inserción de un catéter en un vaso sanguíneo, también pueden introducir bacterias en la sangre y, con el tiempo, desencadenar la sepsis.
Una vez que la infección está profundamente arraigada, en virtud de un diagnóstico omitido o falta de respuesta al tratamiento, el cuerpo comienza esfuerzos vigorosos para luchar "por su vida". En este estado, el cuerpo en realidad reacciona de forma exagerada a la infección y causa inflamación, que daña los vasos sanguíneos provocando fugas de líquido a través de las paredes de los vasos, así como la formación de coágulos sanguíneos diminutos que interrumpen el flujo sanguíneo y la oxigenación a los tejidos y órganos circundantes. A medida que falla cada órgano, los signos se hacen evidentes: falta de aliento; reducción en la producción de orina; mareo; estado mental alterado con confusión, agitación o somnolencia, por ejemplo.
¿Cuál es el impacto internacional de la sepsis?
La sepsis sigue siendo la causa principal de muerte por infección, a pesar de los avances en la medicina moderna, como las vacunas, los antibióticos y las instalaciones de cuidados agudos de alta tecnología. En el mundo en desarrollo, la sepsis representa el 60-80 porcentaje de vidas perdidas por año, que afecta a más de 6 millones de recién nacidos y niños, así como a más de 100,000 mujeres durante el embarazo y el parto.
La sepsis es la 10 causa principal de muerte en los EE. UU.
Los adultos mayores (edad 65 y superior) son particularmente vulnerables y se ven afectados de manera desproporcionada por la sepsis, con dos tercios de los casos que ocurren en esta población.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de 1.5 millones de personas contraen sepsis cada año en los EE. UU. Y más de 250,000 estadounidenses mueren de sepsis cada año. En los EE. UU., La sepsis representa muchas más muertes que la cantidad de muertes por cáncer de próstata, cáncer de mama y SIDA combinados.
¿Cómo podemos prevenir la sepsis?
La sepsis no puede ocurrir sin una infección subyacente, ya sea bacteriana, viral o fúngica. Por lo general, nuestro sistema inmunitario es suficiente para protegernos. Pero, así como nos hemos beneficiado de la ciencia y la tecnología, también ha habido consecuencias negativas, como el uso indiscriminado de antibióticos que resultan en bacterias resistentes a los antibióticos; el uso de medicamentos inmunosupresores para pacientes con trasplantes de órganos; y el uso prolongado de esteroides para las personas con artritis severa, todo lo cual lleva a la incapacidad del cuerpo para combatir infecciones. En algunos casos, vemos un saneamiento deficiente o falta de atención a las técnicas estériles.
Es imprescindible lavarse las manos estrictamente en las instalaciones de trabajo y enseñar la técnica a pacientes y familiares. Por último, la participación en la gama de programas de vacunación protege no solo a quienes los reciben, sino a quienes los rodean. Entonces, por ejemplo, cuando los niños están vacunados, ¡sus abuelos se benefician!
Recuerde enseñar a los miembros de la familia y a los pacientes a ir de inmediato al departamento de emergencias del hospital si tienen síntomas asociados con la sepsis, y que no se desanimen por nadie que no esté alarmado por los siguientes síntomas en esta lista categorizada por la Clínica Mayo:
Sepsis
Para ser diagnosticado con sepsis, debe exhibir al menos dos de los siguientes síntomas:
- Temperatura corporal superior a 101 F (38.3 C) o inferior a 96.8 F (36 C)
- La frecuencia cardíaca más alta que 90 late por minuto
- Frecuencia respiratoria superior a las respiraciones 20 por minuto
- Infección probable o confirmada
Sepsis severa
Su diagnóstico se actualizará a sepsis grave si también presenta al menos uno de los siguientes signos y síntomas, que indican que un órgano puede estar fallando:
- Disminución significativa de la producción de orina.
- Cambio abrupto en el estado mental
- Disminución en el recuento de plaquetas
- Respiración dificultosa
- Función anormal de bombeo cardíaco
- El dolor abdominal
Shock séptico
Para ser diagnosticado con shock séptico, debe tener los signos y síntomas de sepsis severa, además de una presión arterial extremadamente baja que no responde adecuadamente al reemplazo simple de líquidos.