Manejo del estrés laboral

El estrés es una reacción humana normal a las diversas presiones que experimentamos en la vida y, en pequeñas cantidades, puede motivarnos a concentrarnos y a lograr resultados. Sin embargo, cuando no se controla, puede ser perjudicial para la salud física y mental, además de contribuir a la tensión en las relaciones.

Cuando el estrés se convierte en un problema, es posible que experimentes:

Física: Dolores de cabeza, dolores de estómago u otros dolores corporales, problemas digestivos, problemas cardiovasculares, sistema inmunológico debilitado, hipertensión, disfunción sexual, problemas de la piel, diabetes.

Emocional y Cognitivo: Ansiedad o ataques de pánico, cavilación o preocupación excesiva, depresión o mal humor, irritabilidad, sensación de agobio, dificultad para concentrarse.

De comportamiento Comer demasiado o poco, evitar o adormecerse con alcohol o drogas, otras conductas adictivas o compulsivas, consumo de tabaco.

Consejos para manejar el estrés laboral:

  1. Conéctate y atiende las necesidades físicas y de autocuidado de tu cuerpo. Toma descansos para comer y tomar refrigerios. Asegúrate de beber suficiente agua a diario. Haz pausas para estirarte varias veces al día. Atiende las necesidades de sueño y ejercicio de tu cuerpo.
  2. Incorpora la atención plena y la conexión a tierra en tu rutina diaria. Consulta los ejercicios a continuación.
  3. Establece tus intenciones al comenzar cada día. Al levantarte, haz una pausa para reflexionar sobre tus sentimientos y pensamientos sobre el día que te espera. Pregúntate cómo quieres que sea hoy y cómo quieres vivirlo. Recuerda esta intención a lo largo del día.
  4. Dale un significado más profundo a tu trabajo viviendo tus valores. Identifica tres valores laborales que te importan (p. ej.: propósito, excelencia, creatividad, independencia). Reflexiona sobre cómo podrías ponerlos en práctica en el trabajo.
  5. Observa tus patrones de pensamiento. Cuando notes patrones o una mayor frecuencia de pensamientos negativos, identifica la necesidad subyacente. Por ejemplo, tras el pensamiento «Me siento fatal en el trabajo» podría estar la necesidad de experimentar tareas más desafiantes o significativas. Identifica con quién necesitas hablar de esto o qué podrías hacer para satisfacer tus necesidades.

Ejercicios de atención plena y conexión a tierra

  1. Respiración en caja: Inhala contando hasta 4. Siente cómo el aire te llena los pulmones. Retén suavemente la respiración contando hasta 4. Luego exhala otros 4 segundos, sintiendo cómo se desinflan. Retén suavemente la respiración contando hasta 4. Repite varias veces.
  2. Exploración corporal: Respira más despacio y encuentra un ritmo cómodo. Explora mentalmente tu cuerpo de pies a cabeza, concentrándote en una zona a la vez (pies, pantorrillas, muslos, etc.). Observa cualquier zona de tu cuerpo donde sientas tensión o estrés. Imagina liberar esa tensión o estrés con cada exhalación.
  3. 5-4-3-2-1 Conexión sensorial a tierra (úselo cuando se sienta abrumado por el estrés o la emoción): haga una pausa para observar 5 cosas que pueda ver, 4 cosas que pueda tocar, 3 que pueda oír, 2 que pueda oler, 1 que pueda saborear.