Inteligencia Artificial

La AFT reconoce que la inteligencia artificial está marcando el comienzo de una nueva era tecnológica con el potencial de fomentar cambios transformadores, en particular en la educación, la atención médica y los servicios públicos. Los servicios gubernamentales han cambiado en los últimos 20 años a medida que la tecnología ha alterado la forma en que se proporciona trabajo. Hemos pasado del correo electrónico, los bots y los sitios web al aprendizaje automático, la toma de decisiones algorítmica y ahora la inteligencia artificial generativa. Cada cambio ofrece oportunidades y advertencias.

Las tecnologías de inteligencia artificial pueden actuar como catalizador de un cambio positivo. Las herramientas de inteligencia artificial ofrecen oportunidades para que los gobiernos sean más receptivos, tomen decisiones basadas en datos y presten mejores servicios, lo que permite a los gobiernos mejorar la infraestructura pública y promover la inclusión y la equidad. Cuando se incluye a los trabajadores en el desarrollo de las herramientas y se implementan regulaciones de sentido común, la inteligencia artificial puede beneficiar a todos los trabajadores, mejorar los servicios públicos y derribar las barreras para acceder a los servicios y participar en nuestra democracia.

Sin embargo, las tecnologías de inteligencia artificial también plantean desafíos importantes. Los sistemas predictivos de inteligencia artificial recopilan cantidades masivas de datos personales para sus pronósticos, lo que genera inquietudes sobre la privacidad. Los algoritmos de inteligencia artificial tienen un historial bien documentado de sesgo racial y cultural porque los conjuntos de datos con los que se entrena la inteligencia artificial a menudo son incompletos o directamente sesgados. Lamentablemente, los empleadores parecen estar dispuestos a utilizar la inteligencia artificial para reemplazar a los trabajadores en lugar de aumentar su número, lo que corre el riesgo de comprometer la calidad y la integridad de los servicios esenciales, exacerbar las disparidades existentes, disminuir el papel y la eficacia de los profesionales del servicio público y dejar sin trabajo a millones de trabajadores estadounidenses.

La AFT aboga por un enfoque matizado e informado de la IA que maximice los beneficios de estas tecnologías y, al mismo tiempo, aborde de manera proactiva sus posibles riesgos. Se necesitan medidas regulatorias y políticas integrales, sólidas y con visión de futuro para abordar las implicaciones éticas, legales y sociales de la IA. La AFT está trabajando para involucrar a los responsables de las políticas, los desarrolladores de tecnología, las organizaciones de derechos civiles y otras partes interesadas clave para desarrollar pautas y estándares claros para el uso de la IA que prioricen el bienestar de nuestros miembros y las comunidades más amplias a las que servimos. Es importante destacar que la AFT también pide cerrar la brecha digital y brindar igualdad de oportunidades para que todas las personas accedan a la IA y otras tecnologías avanzadas y se beneficien de los avances de la IA.

Fundamentalmente, los trabajadores y sus sindicatos deben tener un lugar en la mesa, tanto durante el desarrollo, la adquisición y la implementación de políticas como durante el diseño, la capacitación, la implementación y la evaluación de algoritmos, para garantizar que estas nuevas tecnologías se aprovechen al servicio del bien público y se establezcan salvaguardas para reducir los posibles daños a los trabajadores y los ciudadanos. Debido a su impacto en el lugar de trabajo, la IA debe ser un tema obligatorio de negociación, y la AFT está desarrollando una guía para apoyar a nuestros afiliados en la mesa de negociaciones y más allá.