Prevención de la intimidación

El acoso escolar es un problema de la comunidad, que afecta no solo a quienes son acosados ​​sino también a sus familias, amigos y transeúntes. Si no se controla, la intimidación puede envenenar una cultura escolar completa.

La Federación Estadounidense de Maestros cree en enfrentar el acoso escolar donde sea que ocurra, reconociendo que nuestros miembros tienen la responsabilidad particular de abordar el problema en las escuelas públicas. Con ese fin, la AFT se compromete a brindar a los educadores y otras personas que trabajan en las escuelas las herramientas que necesitan para crear entornos de aprendizaje saludables.

Los estudios generalmente muestran que 15 a 25 por ciento de los estudiantes estadounidenses son intimidados con cierta frecuencia. Esta cifra salta entre 40 y 50 por ciento para el acoso cibernético. Los niños y jóvenes que son acosados ​​son más propensos que sus compañeros a estar deprimidos, solitarios y ansiosos; tiene baja autoestima; no sentirse bien; y piensa en el suicidio. De hecho, el estrés de ser intimidado puede producir cambios cerebrales orgánicos que limitan la productividad y amenazan la salud mental.

La intimidación a menudo no se reconoce, a veces incluso por aquellos que son víctimas de la intimidación, así como por aquellos que son los agresores, por lo que es esencial identificar el comportamiento. La intimidación, la exclusión, la manipulación, las amenazas, los rumores y la agresión física pueden ser parte del comportamiento negativo que define la intimidación. Además de alentar a las personas a que intervengan cuando se den cuenta de un incidente de acoso escolar, la AFT pide que se institucionalicen las políticas antiacoso en toda la escuela y en todo el distrito; crear métodos seguros y accesibles para informar y abordar el acoso escolar cuando ocurra; y el uso de recursos educativos para iluminar el acoso escolar para dejar en claro que no será tolerado, y para ayudar a aquellos que han encontrado este comportamiento destructivo.

Para evitar el acoso escolar, tanto en la escuela como fuera del campus, es esencial que las escuelas desarrollen una cultura positiva y guíen el aprendizaje socioemocional. Esto incluye implementar políticas y fomentar actitudes que creen ambientes cálidos y acogedores donde los estudiantes y el personal se sientan seguros y apoyados. Los maestros y el personal de apoyo escolar juegan un papel crucial en la creación de ese ambiente; interactúan estrechamente con los estudiantes y pueden intervenir de manera más efectiva, dando ejemplo y guiando a los estudiantes para que sean amigos solidarios en su entorno de aprendizaje.

La AFT apoya la capacitación de desarrollo profesional para prevenir y combatir el acoso escolar, de modo que los educadores puedan reconocer el acoso escolar y aprender la mejor manera de prevenirlo y abordar el problema cuando ocurra.