Inversión en infraestructura

En 2021, la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles (American Society of Civil Engineers) otorgó a la infraestructura de Estados Unidos una calificación acumulada de C-, con un costo de reparación de casi 2.6 billones de dólares. Si no se toman medidas, la ASCE estimó que nuestra infraestructura en ruinas costaría al hogar estadounidense promedio 3,300 dólares al año para 2039. El 15 de noviembre de 2021, el presidente Biden promulgó la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleo, un proyecto de ley bipartidista que incluye aproximadamente 1.2 billones de dólares en gastos. Esta legislación histórica invirtió miles de millones en reconstruir nuestras carreteras, puentes y ferrocarriles; ampliar el acceso al agua potable; abordar la crisis climática; y mucho más. Fue un paso fundamental en la dirección correcta, pero aún queda mucho trabajo por hacer.

Reconstruir escuelas

Las investigaciones muestran una correlación entre la calidad de las instalaciones escolares y la asistencia y el rendimiento de los estudiantes. La propuesta de Ley de Reconstrucción de las Escuelas de Estados Unidos crearía un programa de subvenciones de 100 millones de dólares y un programa de bonos de crédito fiscal de 30 millones de dólares dedicados a reparar, mejorar y reconstruir las escuelas de nuestro país. Los gobiernos estatales y locales deberían realizar inversiones adicionales a través de bonos u otros medios.

Eficiencia energética y descarbonización

La quema de combustibles fósiles para calentar y enfriar edificios es la fuente del 31 por ciento de todas las emisiones de carbono de Estados Unidos, y los edificios de escuelas públicas, universidades, hospitales y ciudades son enormes consumidores de energía y emisores de gases de efecto invernadero. Invertir en nuestra infraestructura ofrece la oportunidad de reparar nuestros edificios públicos en ruinas, hacer la transición a energías limpias y ahorrar recursos para las misiones principales de escuelas, universidades, hospitales y ciudades.

La histórica Ley de Reducción de la Inflación reembolsa hasta el 60 por ciento del costo de los proyectos de energía limpia. La AFT alienta a todas las filiales locales a participar en los esfuerzos para avanzar en la implementación de la Ley de Reducción de la Inflación para apoyar la descarbonización y la transición a la energía limpia. Además, la AFT presionará a los estados para que permitan que cada comunidad haga la transición a la energía limpia y descarbonice los servicios públicos. Todos los estados deben apoyar estos esfuerzos en toda su infraestructura pública.